miércoles, 20 de marzo de 2013



El cuadrado, la cruz, el espacio y el tiempo.

La cruz equinoccial.

A lo largo del año el Sol se desplaza sobre un fondo “inmóvil” de estrellas las llamadas constelaciones zodiacales. Esa línea imaginaria que recorre el Sol, la luna y los planetas sobre un el fondo de las estrellas se llama eclíptica, por su conexión con los eclipses.



La eclíptica es una banda en el cielo que tiene una inclinación respecto al ecuador terrestre de 23º ½,  por lo tanto en el cielo podemos dibujar una gran X (equis) imaginaria, que se proyecta en el horizonte de la  superficie terrestre en los equinoccios y los solsticios.
También lo podemos expresar de otro modo, si consideramos que la tierra esta inclinada 23º ½ con respecto al plano ecuatorial.

Visto desde el hemisferio norte terrestre la línea eclíptica del Sol coincide con la línea del ecuador terrestre en el día de los equinoccios. El equinoccio es el día del año en el que las horas  de luz y oscuridad se igualan, 12 horas de día y 12 horas de noche.

Si observamos la salida y la puesta del Sol a lo largo de un año, podemos comprobar que sale todos los días por un punto diferente del horizonte. A continuación mostramos fotografías del orto Solar desde el mismo lugar durante un año. En la latitud de Barcelona de unos 41 grados norte, el Sol realizaría el siguiente desplazamiento:

Barcelona. Solsticio de invierno.
Orto del Sol

Barcelona: alrededor de las proximidades del solsticio de invierno el Sol nace por un punto del horizonte al sur del este geográfico.

Transcurrido el equinoccio de primavera.

Orto del Sol


En las proximidades del equinoccio de primavera el Sol vemos que se ha desplazado hacia el norte hasta centrarse en el punto cardinal este.
Han transcurrido tres meses desde el solsticio de invierno.

Barcelona. Solsticio de verano.

Orto del Sol



Durante el solsticio de verano apreciamos que el Sol se ha deslizado más al norte y se levanta por lo que los antiguos llamaban la puerta solsticial. Han pasado tres meses desde el equinoccio de primavera.



Transcurridos tres meses el Sol se mueve hacia la derecha de nuevo amaneciendo en el este geográfico. El equinoccio de otoño vuelve a marcar la salida del Sol exactamente por el punto cardinal este.


Barcelona. Equinoccio de otoño.


Orto del Sol





Para realizar una comparación del desplazamiento se muestran dos imágenes tomadas el mismo día del equinoccio de otoño. Las fotos de arriba abarcan una panorámica de la zona por donde salía el Sol el solsticio de invierno, además se marcan los hitos arquitectónicos como guías de referencia visual ; las fotografías de abajo muestran el escenario por donde salía el Sol en el solsticio de verano, ello permite observar el "camino" que recorre el Sol en un año.






En el equinoccio vernal o de primavera 21 de marzo (aprox.), sale exactamente por el este y se oculta por el oeste, geográfico.
En el equinoccio de otoño 21 de septiembre (aprox.), sale por el mimo punto que en el equinoccio de primavera por el este y se pone por el oeste geográfico.



Salida del Sol por el este en las cercanías del equinoccio, el Sol sale por el este geográfico.


Las horas de luz se igualan a las horas de obscuridad en el equinoccio. 

Durante el solsticio de verano, 21 de junio el Sol alcanza su punto más al norte del Este. Las horas de luz vencen a las de oscuridad.
Cuando llega el solsticio de invierno, 21 de diciembre el Sol llega al punto más al sur del Este. La oscuridad gana a la luz.


Por lo tanto el Sol sólo sale exactamente por el este y se pone por el oeste en todos los puntos de la Tierra (excepto Polos), en dos día del año, los equinoccios. El resto de días parece desplazarse hacia el norte en verano y hacia el sur en invierno. Hasta llegar a estos dos puntos extremos llamados solsticios, que es cuando el Sol inicia un camino de retroceso al este.


El día del equinoccio era antiguamente el principio del año, en el equinoccio vernal. La luz ganaba horas al día, hasta llegar al solsticio de verano donde las horas de luz comienzan a declinar, hasta llegar al equinoccio de otoño cuando la obscuridad vence a la luz. Pero el Sol que siempre triunfa, gana la batalla a las tinieblas en el solsticio de invierno y la luz  del díade nuevo gana la batalla a la noche. Hasta llegar otra vez al equinoccio de primavera que es principio y fin del año. El alfa Α y el omega Ω.


El cuadrado y la cruz.
Observado desde la superficie de la tierra el equinoccio dibujaría una cruz astronómica en el horizonte entre estos cuatro puntos:
El punto cardinal de salida del Sol Este.
El punto cardinal de puesta del Sol Oeste.
El extremo del eje invariable polar de rotación terrestre Norte.
El extremo de eje invariable polar de rotación terrestre Sur.



Durante el equinoccio se puede construir una cruz imaginaria entre el eje de rotación de la tierra norte-sur y la salida y puesta del Sol este-oeste. Por lo tanto el Sol nace en la cruz  porque a partir del equinoccio las horas de luz vencen a las horas de tinieblas.


Es decir el orden astronómico se refleja en una orden terrestre con los cuadro puntos cardinales: norte, sur, este, oeste. Dicho de otro modo, las cuatro direcciones del espacio.
Estos cuatro puntos forman un cuadrado, y la síntesis es una cruz de brazos iguales o cruz griega. La esencia es que esa cruz equinoccial es una manifestación del espacio y el tiempo.




El diagrama plano que podemos hacer de esa manifestación astronómica es una cruz +.



Estos acontecimientos del Cosmos tienen una cristalización en diagramas que se han utilizado con asiduidad en la historia, lo que ocurrió es que se perdió el origen del que surgieron y quedaron como un símbolo religioso sin conexión con su fuente original.


La cruz griega de brazos iguales se utiliza en la arquitectura bizantina.


La cruz solsticial.
Como hemos comprobado el camino del Sol sobre el horizonte se modifica y los puntos por donde sale y se oculta sobre el horizonte también cambian.




Sobre una latitud 40º la desviación respecto al punto cardinal Este, hacia el norte o sur es de un máximo de 31º, en el solsticio de verano e invierno.


Es decir para el orto:
El 21 de junio el Sol sale un máximo de 31 º al norte del punto cardinal Este.
Y el 21 de diciembre el Sol sale un máximo de 31º al sur del punto cardinal Este.
Aproximadamente hay 14 horas de luz y 9 horas de oscuridad.



Para el ocaso:
El 21 de junio el Sol se pone un máximo de 31 º al norte del punto cardinal Oeste.
Y el 21 de diciembre el Sol se pone un máximo de 31º al sur del punto cardinal Oeste.
Aproximadamente hay 9 horas de luz y 14 horas de oscuridad.



El diagrama plano que podemos hacer de esa manifestación astronómica es una X (equis), que representa el movimiento cíclico del Sol.

Las líneas esenciales del Universo.
Este esquema plano que sintetiza una información que nos da el Sol a lo largo de un año, la podemos encontrar en la historia, el arte, y las religiones. El acontecimiento cósmico de los equinoccios y los solsticios en un diseño sagrado, la cruz y el crismón. La gran cruz + y la gran X (equis) cósmica del ecuador y la eclíptica celestes, que se proyecta en un plano bidimensional como esencia del devenir del Cosmos.



La cruz tridimensional.
Si el diagrama que hemos presentado se piensa en tres dimensiones  obtenemos una cruz cósmica tridimensional, con la organización de las seis direcciones del espacio fundamentales: norte, sur, este, oeste, cénit y nadir. Una extensión cósmica de todo el espacio y el tiempo en seis direcciones espaciales.
Pero las seis direcciones parten de un punto de conexión central común, el punto.
Este punto es el creador, sin el punto del que parten las seis direcciones no habría direcciones espaciales; por lo tanto el punto es responsable de las direcciones.
En resumen: para la creación del Universo necesitamos seis direcciones y el punto del que parten y comparten el mismo centro,  numéricamente es 6 + 1 = 7.



Del cuadrado plano, pasamos al cubo tridimensional, donde podemos encontrar esas seis direcciones que parte de un punto central. Es como, ver el espacio en cada cara del cubo.
Es desarrollo de un cubo es despliegue de seis cuadrados en forma de cruz. Una cruz latina de brazos desiguales.
En el dibujo técnico cada cara del cubo corresponde a las seis vistas del sistema diédrico ortogonal. Un objeto tridimensional tiene seis vistas fundamentales: planta, alzado, perfil derecho, perfil izquierdo, superior y posterior.



Si atendemos a la cruz en sentido vertical  podemos apreciar que la vertical determina los sentidos cénit hacia el cielo y en sentido horizontal derecha e izquierda de connotación terrestre. O dicho de otro modo: vertical celeste, horizontal terrestre. Del cielo a la tierra.


Del cielo a la tierra.

Aquello que se veía en el cielo se trasladó a la tierra con sus líneas fundamentales.
La cruz y las conexiones con la historia del ser humano.



Sol y Luna
Principio y fin, Α y ω

El cuadrado pasa a ser el símbolo de la Tierra, por estar relacionado con los cuatro puntos cardinales.




Una de las aplicaciones prácticas han sido las orientaciones romanas de las ciudades con respecto al eje terrestre norte – sur llamado cardo (de cardinal), y su perpendicular este – oeste, llamado decumanus.

Otra de las relaciones menos evidentes es la conexión con el crismón cristiano.



El cristianismo adopta la santa cruz cósmica en:
La cruz y el crismón.
La Cruz: proyección en un plano de los puntos equinocciales.




El Crismón: proyección en un plano de los puntos solsticiales.



La necesidad de seis direcciones para la creación más el punto creador, causa primera y final, da lugar a la implicación teológica que dice: el mundo se creó en 6 direcciones (6 días), más el Creador 1 (punto) que descansa el séptimo día, 6+1= 7. El número mágico siete (7).



El desarrollo del cubo es una cruz latina de seis cuadrados, que se relaciona con la planta de una iglesia donde la nave principal y el crucero apuntan a las direcciones básicas norte-sur el crucero, y este – oeste la nave; que unidas a las de la bóveda que apunta al cénit y su contrario el nadir, proporcionan las seis direcciones espaciales. Por lo tanto podemos pensar una catedral como la materialización de la Gran Cruz Cósmica del Cielo, y en el centro, el punto donde se cruzan los brazos (direcciones norte, sur, este, oeste, cénit y nadir) se encuentra el altar.



La cruz latina se ha utilizado materializada en piedra en la arquitectura :
Iglesias monásticas benedictinas.
Iglesias de peregrinación.
Iglesias del Camino de Santiago.
Iglesias románicas.
Catedrales y basílicas.


La cruz es el símbolo que  materializa y cristaliza el espacio y el tiempo.





La cruz y el cuadrado.
Los cuatro puntos cardinales.
Además de los símbolos religiosos de la cruz y el cuadrado que emana también podemos apreciarla cuando aparece fuera de todo contexto místico, por ejemplo en las rosas de los vientos de nuestros faros, brújulas y carteles de orientación. Aquí la cruz equinoccial vuelve de nuevo a sus orígenes que se había transmutado en los símbolos de las religiones con otros significados.


La misma cruz que vemos en una iglesia la observamos en horizontal como puntos cardinales en los faros de nuestras costas.

Los puntos cardinales en un la cruz de un faro

La señalización de cuatros puntos cardinales como haces de luz en el faro de Finisterre.


La rosa de los vientos lleva marcados los rumbos sobre el círculo del horizonte.


A partir de los cuatro puntos cardinales N-S-E-O se construye un cuadrado que tradicionalmente ha sido el símbolo de la tierra.


La geografía y la astronomía se maridan para que el ser humano 
con sus diagramas y símbolos  descubra el Universo como un Cosmos.




Un saludo desde los cuatro puntos cardinales












No hay comentarios:

Publicar un comentario